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Ella es Juana: mujer maíz que hizo germinar la semilla de su identidad

arte-portada
Foto(s): Cortesía
Carina Pérez García

Juana Hernández López es una mujer mixteca cuya poderosa voz ha cimbrado en los corazones y entrañas de oaxaqueños y habitantes del mundo. A sus 65 años de edad, portadora de su cultura, lengua e identidad mixteca, levantó el cetro que simboliza no sólo un triunfo personal, sino de sus paisanos, de toda una comunidad mixteca, migrantes y que se ha enfrentado a las desigualdades económicas, sociales y culturales.

Ya había sorprendido con su discurso en la fase uno del certamen para seleccionar a la Diosa Centéotl 2024, el primer día en la Plaza de la Danza. A cargo de la Secretaría de las Culturas y las Artes (Seculta), este concurso tuvo dos fases y el sábado llegó a su momento cumbre para anunciar quién es la ganadora y la encargada de representar a Oaxaca, en el mundo. 

Petra Dolores Valencia Velásquez, cocinera tradicional e integrante del jurado, fue la portavoz del anuncio que estremeció y enchinó la piel de los presentes y de quienes veían la transmisión en vivo a través de la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión.

 

 

“Nos sentimos muy orgullosas. Entre mucho pensar y platicar, de hacer cuentas, sumas y restas, hemos decidido nombrar como ganadora a quien ahora tiene un cargo muy grande a cuestas. Estamos seguras de que nos va a representar con mucho orgullo. Le pedimos que así, con ese ímpetu y fuerza que nos habló hoy, nos siga representando en diferentes partes donde ella nos va a representar… Ella es del municipio de Santiago Juxtlahuaca, su nombre es Juana Hernández López”, anunció.

De pie y con su reconocimiento de participante, Juana Hernández López alzó su reconocimiento visiblemente emocionada. En la fase dos, que se vivió la tarde del sábado en la Plaza de la Danza, ella expuso el tema: Lenguas originarias de su municipio y su contexto social, el cual elaboró bajo sorteo y volvió a cautivar a los presentes. 

Juana López Hernández ahora es la Diosa Centéotl 2024, la máxima representante de las fiestas de Julio, Mes de la Guelaguetza y portavoz de la cultura oaxaqueña. Al alzar el cetro aceptó ser la representante de la Diosa del Maíz, misma que fue seleccionada entre 46 mujeres oaxaqueñas.

 

 

Su potente mensaje destaca el poder de las lenguas originarias

Ataviada con una falda verde esmeralda con olanes y encaje, una blusa blanca bordada a mano con motivos florales, su cabello trenzado con listones verdes, adornado con flores de cacaloxúchitl; en su cuello portando collares rojos, entre sus manos un rebozo de bolita negro, calzando huaraches de piel y con su tenate, Juana Hernández López elaboró su tema en la fase dos, saludando al público en tu'un savi, mixteco, en la variante de Santiago Juxtlahuaca.

“Estoy aquí orgullosamente representando a mi comunidad; es un placer y es un gusto hablarles en mi lengua madre. ¡Qué alcance ha tenido mi lengua! Hoy quiero platicarles que gracias a esta lengua materna he tenido la oportunidad de transmitir en ondas radiales mis tradiciones y mis costumbres”.

Se enorgulleció del alcance que ha tenido su lengua madre, ya que a través de ella ha llegado al corazón de los trabajadores en los campos agrícolas, para decirles en su lengua madre cuáles son sus derechos y obligaciones.

“Es un grato placer para mí que a través de la música, de los sonidos de mi lengua, poderle haber levantado el ánimo a mi hermana jornalera, aquella que trabaja más de ocho  horas agachada en los campos agrícolas. ¡Qué orgullo! Saludarlas en tu'un savi y llevarlas de regreso con un son de música o con un saludo a sus lugares de origen y así alimentar su espíritu”.

“Qué alcance tan grande ha tenido mi lengua materna en donde quiera que hemos emigrado. porque las lenguas originales son como los bosques, son como los campos; si no los conocemos no nos valoramos. Las lenguas en mi comunidad se escuchan como el canto de los pájaros”.

 

 

Les pide a sus hermanas seguir enseñando sus lenguas

“Yo les pido que si saben una lengua a mis hermanas de los 16 grupos indígenas que componen nuestro bello estado de Oaxaca, que las enseñen a sus niños. Que si saben tejer, les enseñen a tejer”. 

Agradeció al público y a la organización del certamen permitirle que ella contara un poco de su historia: “A través de radio bilingüe que transmite en Fresno, California, en una radio que se escucha en los campos agrícolas de la Unión Americana, pude comunicarme con mis hermanos que no nada más eran triquis zapotecos, también mixtecos de Guerrero y de Puebla, en donde de verdad nos hermanamos, en donde compartimos nuestra música".

Ella aseguró que en su tenate carga con sus  costumbres, tradiciones, música, lengua, comida y vestimenta: “De verdad es para mí maravilloso el poder expresarme en esta lengua milenaria, que me heredaron mis abuelos, que me heredaron mis ancestros. Esta semilla que nos dejaron y que tenemos que regar, que tenemos que enseñar para que nuestras lenguas originales sigan floreciendo en esos campos”.

 

 

Conócela 

Juana Hernández ha sido docente de Español e Historia, capacitadora del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) y ante el rezago de su comunidad, tuvo que emigrar a Estados Unidos, experiencia que fortaleció su trabajo a favor de la comunidad migrante mixteca.

Estuvo a cargo de la radio Bilingüe en Fresno, pues asegura que cuando los migrantes se van "se llevan su lengua". A su regreso a Juxtlahuaca, continuó con su trabajo en radios de Estados Unidos y desde 2019 tiene su primer programa en suelo mixteco, en “XETLA, la Voz de la Mixteca”, en el que comparte su lengua, tradiciones y acciones por la comunidad migrante de la región.

 

 

“Gracias a mi lengua madre llegué al corazón de nada más que mis hermanos migrantes que cruzan la frontera para tener una mejor calidad de vida, sino también muestran su cultura, la grandeza de nuestra tierra. Muestra que cada uno de nosotros tenemos un gran corazón. Por esto somos los pueblos originarios, somos amor, somos paz, somos grandeza cultural. Gracias Oaxaca”.

Juana Hernández López, Diosa Centéotl 2024. 

 

“Yo soy Diosa Centéotl desde que la semilla fue plantada en el vientre de mi madre, desde que tomé mi primer atolito, desde que comí mi primer lulu bajado del comal. Soy Diosa Centéotl, del maíz, de la fertilidad, de la abundancia, porque puedo ver en mí cómo renazco cada año en cada ciclo agrícola. Este cetro en mis manos es un verdadero honor, gracias ancestros por toda su herencia”.

Juana Hernández López, Diosa Centéotl 2024. 

 

El cetro, con sello Proyecto Zegache

El cetro de la Diosa Centéotl 2024 fue elaborado por mujeres del Proyecto Zegache, con sede en Santa Ana Zegache. 

La pieza es una talla de madera, estilo barroco, decorado con hoja de oro, en aplicaciones de 23.5 kilates y pintado con tintes naturales. 

La base del cetro simboliza la tierra donde nace la vida, también representa a Monte Albán, lugar de asentamiento para la cultura zapoteca. 

En la pieza están presentes dos torsos de la figura humana que sostienen a una mazorca; los granos también tienen aplicación de hoja de oro, mismos que representan a la alimentación de los pueblos. 

Los torsos representan a la deidad del maíz, en su dualidad de género: masculino y femenino. 

En la parte superior brilla un espejo, que simboliza el escenario donde se reúnen las delegaciones de la Guelaguetza, rodeado de ocho pétalos, que representan a las ocho regiones.  

En el remate se encuentra un pétalo rojo, que representa a la sede de la Guelaguetza, es decir, los Valles Centrales.

 

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