Luis Ignacio Velásquez
El diputado priista Freddy Gil Pineda Gopar presentó una iniciativa de reforma al Código Penal del estado, a fin de que a quien conduzca un vehículo de motor en estado de ebriedad o bajo el influjo de alguna droga y cometa el delito de homicidio por atropellamiento, se le imponga una sanción de 12 a 20 años de prisión.
Pero, además, cuando en la comisión de este delito el vehículo de motor invada el paso peatonal, la banqueta o se introduzca en algún inmueble la pena se duplicará. Es decir, pasará de 24 a 40 años de prisión.
La iniciativa señala que entre más parque vehicular esté en circulación mayor es la posibilidad de generarse un accidente de tránsito, sin importar que cauteloso o que respetuoso sean de las reglas, ya que de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Salud Pública nuestro país ocupa el séptimo lugar a nivel mundial y tercero en la región de Latinoamérica en muertes por siniestros viales.
Añade que uno de los problemas viales más recurrentes son los accidentes provocados por el consumo de alcohol, ya que el 30 por ciento del total de las muertes por accidentes de tránsito y en la vía pública en México, se debe al consumo excesivo de alcohol, aunado a factores como no usar cinturón de seguridad y el incremento de la velocidad.
Manifiesta que conducir en estado de ebriedad es sumamente peligroso e irresponsable, por ello es necesario generar políticas públicas para disminuir este tipo de accidentes, desde programas dirigidos a la población para alertar sobre las consecuencias fatales que genera la ingesta de alcohol combinado con el ímpetu de conducir vehículos, hasta endurecer las medidas legales para los conductores que manejan bajo el influjo del alcohol y alguna droga.
Destaca que las personas que conducen alcoholizadas pueden provocar accidentes que causan lesiones o, en el peor de los casos, la muerte de las personas que se desplazan por banquetas o lugares indicados.
“Tanta es la irresponsabilidad de estos conductores que invaden banquetas, se estrellan contra las paredes o peor aún, en su loca carrera se introducen en los inmuebles, a pesar de ello actualmente en la legislación oaxaqueña este tipo de delitos está regulado como delito culposo, enfrentando todas las consecuencias de su irresponsabilidad desde la comodidad de su casa, consecuentemente las incidencias por este hecho cada día van en aumento”.
