El artista Román Gutiérrez, originario de Teotitlán del Valle, Oaxaca, expone su obra “Sueño y vida” en el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa). Ésta es la primera exposición que Gutiérrez presenta de manera individual.
Gutiérrez comenzó a tejer en telar de pedal a los 12 años de edad, bajo la enseñanza de su padre. Con 44 años de experiencia, es un experto en el teñido de lana, algodón, seda y fibras vegetales y animales usando tintes naturales.
Desde 2012, ha trabajado en el CaSa, impartiendo talleres y ha colaborado con artistas como Francisco Toledo, Trine Ellitsgaard y Damián Ortega. Además, fue reconocido como uno de los Grandes Maestros de Arte Popular de Iberoamérica, por Fomento Cultural Banamex A.C.
Esta exposición presenta obras profundamente personales del artista, destacando cómo integra elementos culturales en tapetes y rebozos mediante técnicas y materiales renovados.
Las obras reflejan su niñez
La muestra incluye una colección de piezas creadas por Gutiérrez, durante una residencia artística en 2014 en el Taller de Afelpado del Centro de las Artes de San Agustín.
Las obras reflejan su niñez en Teotitlán del Valle y cómo la oscuridad nocturna y las estrellas como "Osa Mayor" y "Cinturón de Orión" marcaban su vida diaria; al respecto, menciona: “en aquel entonces no había luz en Teotitlán, cuando llegaba la noche estábamos en la oscuridad y solo se veían las estrellas. Aquí estamos acostumbrados a despertarnos muy temprano, cuando salimos lo primero que vemos es el cielo y las estrellas, yo le di gran importancia porque es parte de nuestras vivencias, nuestra raíz”.
Después de una cirugía ocular en 2022 que lo dejó con visión en un solo ojo, Román siente un renovado aprecio por estas obras, las cuales considera premonitorias de su situación actual.
Reinventa motivos tradicionales
También se exhibe su interpretación de los tapetes tradicionales de Teotitlán del Valle, los cuales sobresalen por su rica iconografía, que incluye símbolos como el caracol, el agua y el diamante.
Gutiérrez reinventa estos motivos tradicionales en sus tapetes, manteniendo la esencia cultural mientras añade un diseño contemporáneo y volumen a las piezas.
Como materiales principales utiliza ixtle, derivado del maguey agave espadín, y tintes naturales, lo que enriquece las texturas y la tridimensionalidad de su obra.
Se muestran una serie de rebozos, piezas que el artista compara con una pintura, ya que según comenta, siente la libertad de plasmar ahí todo lo que quiere.
El rebozo es una prenda esencial en las comunidades oaxaqueñas. Gutiérrez recuerda cómo su madre lo utilizaba de turbante para protegerse del sol, así como para cargar niños y leña. Inspirado por alguien que expresó su deseo de portar sus creaciones y no sólo contemplarlas en la pared, el artista se animó a crear una colección de rebozos, aunque en Teotitlán no se producían tradicionalmente.
En el camino enfrentó desafíos como la elección de materiales, comenzando con lana que resultó incómoda, y luego optando por algodón, que no retenía bien el tinte. Mediante prueba y error, logró teñir los rebozos con técnicas naturales.
“En aquel entonces no había luz en Teotitlán, cuando llegaba la noche estábamos en la oscuridad y solo se veían las estrellas. Aquí estamos acostumbrados a despertarnos muy temprano, cuando salimos lo primero que vemos es el cielo y las estrellas, yo le di gran importancia porque es parte de nuestras vivencias, nuestra raíz”.
Román Gutiérrez, artista plástico
44 años de experiencia tiene Román Gutiérrez
12 años de edad tenía cuando comenzó a tejer en telar de pedal
4 de agosto es la fecha límite para visitar la exposición