La violencia política en razón de género en el estado de Oaxaca continúa como una asignatura pendiente de erradicar.
De enero a lo que va del año, 77 casos han sido denunciados ante distintas instancias electorales; 30 ante el Tribunal Estatal Electoral de Oaxaca (TEEO), 22 carpetas ante la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (FEDE) y 25 cuadernos de antecedentes ante el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO).
Las cifras fueron dadas a conocer durante la charla informativa “Prevención de la Violencia Política Contra las Mujeres en Razón de Género para Medios de Comunicación” desarrollada en el marco del Día Naranja por la consejera del IEEPCO, Nayma Enríquez Estrada y la titular de la FEDE, Aracely Pinelo.
El evento tuvo la finalidad de dar a conocer, de acuerdo a la ley, quiénes son los actores que pueden ser sujetos de sanción por este tipo de violencia, ante qué instancias se puede denunciar, así como cuáles son las conductas que constituyen violencia política en razón de género.
Oaxaca encabeza por mayor cantidad de personas sancionadas por haber incurrido en Violencia Política en Razón de Género. De acuerdo con datos del @INEMexico, de septiembre de 2022 a abril de 2024 suman 140 lo que representa el 36.6% del total nacional.https://t.co/V26Q48SrSD >
— Noticias Oaxaca NVI (@nvinoticiasoax) April 23, 2024
A pesar de que existe una legislación que la sanciona, Oaxaca ocupa el primer lugar de violencia política en razón de género a nivel nacional por número de personas inscritas en el registro del Instituto Nacional Electoral (INE).
La violencia política proviene de las desigualdades entre hombres y mujeres, así como las resistencias a que las mujeres ocupen cargos de elección popular. “Hasta la violencia más sutil, como una palabra, puede ser violencia. Se constituye en violencia cuando usamos una palabra denigrante, cuando hacemos algún gesto para denigrar”, señaló Aracely Pinelo.
Durante su ponencia la consejera Nayma Enriquez explicó que las desigualdades políticas nacen de un sistema patriarcal que coloca a las mujeres en posiciones de incapacidad y se van reforzando a través de estereotipos de género y construcciones sociales que remiten a las mujeres a la crianza y cuidado del hogar, en tanto cuando llegan a los espacios públicos muchas veces son sexualizadas y criticadas por salir de la normatividad patriarcal.
En este sentido convocó a los medios de comunicación a no convertirse en un mecanismo que refuerce y reproduzca la desigualdad entre mujeres y hombres, sino todo lo contrario, que contribuya a transformar esta realidad.
“Los medios de comunicación deben de contribuir para que las transformaciones de raíz, de fondo nos lleven a consolidar una normalidad democrática en la que todas y todos tengamos derecho a participar sin que nos cueste la vida”, afirmó.
