En 2022 Oaxaca consiguió el sexto mayor volumen de miel de abeja del país, pero ufanarse del logro invisibiliza una realidad agrícola saturada de plaguicidas, uno de los principales riesgos para la subsistencia de los principales polinizadores del planeta.
“En la agricultura, sobre todo en el cultivo del agave, están aplicando grandes cantidades de agrotóxicos y eso pone a la apicultura en una situación terrible”, afirma sin dudas Bernardino Blas.
Como apicultor, en el año 2022 Bernardino ayudó a que en Zimatlán de Álvarez, municipio a 25 kilómetros de distancia de la ciudad de Oaxaca, se cosecharan 9.9 toneladas de miel.
Estos son datos del Anuario Estadístico de la Producción Ganadera del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), organismo administrativo desconcentrado de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER).
El uso de plaguicidas ha generado un gran daño a la salud humana y la biodiversidad del planeta. 🌎 ⚠️
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Pero Bernardino sabe que la producción de la mayoría de municipios de Valles Centrales con colmenas se queda chica ante la que consiguen otros como Putla Villa de Guerrero que en 2022 sumó 472.5 toneladas.
En todo el estado, en ese año se cosecharon 4 mil 884 toneladas de miel de abeja, apenas el 7.5 por ciento de las 64 mil 317 toneladas en el país.
Yucatán, Campeche, Jalisco y Chiapas son las cuatro entidades que en conjunto generan más del 40 por ciento de la producción de miel del país.
Pero más allá de este volumen estatal que generan más de 3 mil apicultores que cuidan de alrededor de mil colmenas, este es el peor momento del año para intentar producir miel.
Alimentar a las abejas
Desde 1987 el veterinario Omar López Peláez asesora a apicultores en Valles Centrales y les ayuda a organizar la compra de azúcar, “porque en la temporada de calor las abejas ya no encuentran néctar”.
Por cada kilogramo de azúcar se deben añadir 800 mililitros de agua y una vez hervida la mezcla se introduce en un alimentador en la parte superior de la colmena.
La parte superior de la colmena, donde caben hasta diez bastidores de madera de 16 centímetros de alto por 51 centímetros de largo con tres hilos de alambre, es donde las abejas obreras comienzan a formar los panales que llenan con miel y polen, “como si fuera su despensa de donde se alimentan”.
En la parte inferior de la colmena, hay otros diez bastidores similares, pero ahí está propiamente la colonia con la reina, los zánganos y las larvas.
“Cuando viene la floración comienzan a meter miel a la colmena”, pero con la falta de humedad en el ambiente la floración de plantas silvestres es escasa y las abejas deben viajar grandes distancias, hasta 15 kilómetros, para encontrar néctar y polen.
Crisis hídrica afecta a las abejas
La falta de floración y la intoxicación de agroquímicos hacen que el apicultor Eloy Pérez García calcule que de manera reciente ha perdido entre el 20 al 30 de sus colmenas.
“Las abejas se mueren por falta de néctar” o si ingieren el que esté contaminado con plaguicidas, al igual que polen o agua en esas condiciones.
Entre los plaguicidas más tóxicos para las abejas y otros polinizadores están insecticidas como Tiametoxam, Clotianidina e Imidacloprid, éste último diseñado a partir de la nicotina.
Es también altamente tóxico el Fipronil, considerado un insecticida de amplio espectro que se emplea contra pulgas, piojos, garrapatas, cucarachas y ácaros.
✨ Las #abejas, al igual que otros polinizadores, contribuyen a salvaguardar la biodiversidad de los ecosistemas y mantener el equilibrio. 🐝🌎🍃
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Entre los efectos que provocan a las abejas que los ingieren o tienen contacto directo, expone el veterinario Omar López, están las convulsiones o parálisis porque se trata de compuestos neurotóxicos que actúan sobre el sistema nervioso.
Otros de los efectos puede propiciar que las abejas sean susceptibles a infecciones por patógenos, se altere su capacidad de vuelo o problemas de ubicación.
“Si hay un campo de cultivo donde el agricultor aplicó esos productos químicos o la nebulización para el control del dengue que combate los mosquitos, también nos mata las abejas”, expone el veterinario Omar.
Sin que recuerde una fecha exacta, el apicultor Eloy ha constatado que en la piquera, como se le llama al orificio en la parte inferior de la colmena, “he visto el conjunto de abejas tiraditas”.
A pesar de que cuando no hay floración, Bernardino se dedica a alimentar a sus abejas, él tiene claro que la producción de miel la logran ellas mismas.
“Como apicultores no hacemos nada para su preservación, sí colaboramos con ellas, pero las abejas viven y se regulan solas, responden a los estímulos que les damos, pero si quieren se van”, dice un hombre consciente de que la extinción de las abejas implicaría que la vida en el planeta se acabe en cinco años.
La polinización
Es la transferencia de polen entre partes masculinas y femeninas de las flores para posibilitar la fertilización y la reproducción.
Casi el 90% de las fitoespecies florales silvestres -fundamentales para el funcionamiento continuo de los ecosistemas- dependen parcialmente de la transferencia de polen por los animales.
Hasta el 35% del volumen mundial de producción agrícola son cultivos que dependen de los polinizadores.
La gran mayoría de especies polinizadoras son silvestres, e incluyen más de 20 mil especies de abejas.
Especies de abejas que se gestionan intensivamente:
- La abeja melífera occidental (Apis mellifera) 2
- La abeja melífera oriental (Apis cerana)
- Algunos abejorros
- Algunas abejas sin aguijón
- Algunas abejas solitarias
A detalle
- La apicultura proporciona una importante fuente de ingresos para muchos medios de subsistencia rurales.
- La abeja melífera occidental es el polinizador gestionado de mayor diseminación en todo el planeta.
- A nivel mundial existen alrededor de 81 millones de colmenas que, según estimaciones, producen anualmente 1.6 millones de toneladas de miel.
Fuente: Informe para los responsables de la formulación de políticas de la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas sobre polinizadores, polinización y producción de alimentos.
“En la agricultura, sobre todo en el cultivo del agave, están aplicando grandes cantidades de agrotóxicos y eso pone a la apicultura en una situación terrible”.
Bernardino Blas, apicultor
“Si hay un campo de cultivo donde el agricultor aplicó esos productos químicos o la nebulización para el control del dengue que combate los mosquitos, también nos mata las abejas”.
Omar López, veterinario
