Después de sufrir un padecimiento gastrointestinal, que lo alejó de la celebraciones eucarísticas, el arzobispo Pedro Vázquez Villalobos agradeció ayer a Dios por la recuperación de su salud.
“Le doy gracias a Dios porque ha sido bueno conmigo, ya que me permite de nuevo llegar hasta aquí y presidir la celebración”, asentó.
El mitrado expuso que Dios prueba a los creyentes a través de las enfermedades, porque son oportunidades de gracia, de santificación y de mirarse en esa debilidad y miseria humana.
“Así podemos decirle a Dios que lo bendecimos y lo alabamos también en el dolor y en el sufrimiento”, agregó.
Por eso, pidió a los católicos aprovechar bien ese momento de gracia, santificación y de bendición divina, cuando sean probados en la enfermedad.
“Para que no reneguemos, ni le reclamemos a Dios lo que nos está pasando, sino que le digamos, dame la fuerza que necesito para poder responder en este momento, en donde me llamas a ser el Evangelio del sufrimiento”, añadió.
También, dio gracias a todos los sacerdotes, a todas las comunidades de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca y a todos los católicos por su cercanía y oración.
“Mi agradecimiento a quienes han estado elevando su plegaria a Dios en favor de mi persona, para que siga ejerciendo el ministerio episcopal con esa fuerza que viene de lo alto”, terminó.