Vecinos de la Privada de Pinos, en la colonia Reforma, ubicada al norte de la capital oaxaqueña, continúan cerrando esta vialidad para no permitir el flujo vial, pero en las últimas semanas tampoco quieren dejar pasar a trabajadores y clientes de un emprendimiento pastelero e incluso han llegado a las agresiones.
Ramón Pérez Gallegos, dueño de la pastelería, comparte que él lleva cinco meses que comenzó a trabajar en esta calle y tenía entendida la dinámica de quitar y poner el mecate para que la calle permaneciera cerrada, pero en semanas pasadas, dos de sus trabajadoras fueron perseguidas y violentadas psicológicamente por algunas vecinas, por estacionarse en la calle.
En el año 2022, la tienda departamental abrió sus puertas y repavimentó la Privada de Pinos, pues de ese lado se encuentra la puerta a su estacionamiento; no obstante, los vecinos informaron que no permitirían esa acción, por lo que cerraron la calle, primero con mecates, después con cadenas y candados.
Aunque las autoridades municipales acudieron al lugar y retiraron las cadenas, las personas colocaron un mecate que quitan y ponen cuando algún vehículo de los vecinos entra y sale.
A su llegada, Ramón fue notificado de esta acción, la cual ha seguido a pesar de que no es una orden municipal sino de los vecinos, pero la actitud que han tomado las vecinas que vigilan constantemente que se cumpla la rutina, fue lo que derramó el vaso.
No quieren vehículos en la calle
El afectado comparte que ha identificado que las vecinas no quieren que haya vehículos sobre la calle, pues se molestan que se estacionen frente a su casa a pesar de que no tapan sus entradas.
“Unas chicas practicantes mías no colocaron el cordón y las señoras encargadas de quitarlo y ponerlo, se pusieron groseras, les gritaron, forcejearon la entrada de mi negocio y eso me molestó”, destaca.
Además, no están permitiendo la entrada de sus clientes que sólo entran, recogen sus postres y se salen inmediatamente, por lo que algunas sí las han enfrentado diciéndoles que no tienen permiso para esas acciones.
“Siento que el problema inició desde que olvidamos colocar el cordón, pero no entendemos por qué se ponen tan agresivas”, lamenta Ramón.
No quieren problemas
El emprendedor declara que desde que se instaló en este lugar, siempre tuvo conocimiento de la dinámica de colocar el cordón, por lo que, para no tener problemas, la siguió.
Sin embargo, el que hayan agredido a sus practicantes y clientes fue el detonante para estar en desacuerdo con las acciones, pues él nunca ha sido agresivo con las vecinas.
“No quieren que entres a la calle, no quieren que te estaciones en la pared o en su domicilio, pero en realidad es vía pública. El problema es que empiecen a ponerse groseros, que se pongan agresivos; es el problema porque crean conflicto con los demás vecinos como si fuéramos los groseros”, señala.
Declara que el giro de su emprendimiento no genera desechos en la calle, molestias por los ruidos, pues es una pastelería que trabaja a puertas cerradas hasta las cinco de la tarde.
“No estamos haciendo daño a nadie, no nos metemos con nadie, nunca lo hemos hecho, pero nos amedrentan, es lo que no me parece; no se han acercado a decirnos que pongamos el cordón, sino que sólo nos han gritado”, expone.
Por ello, está buscando la intervención de las autoridades correspondientes para que puedan resolver este tema, además de llegar a un acuerdo con la tienda departamental.
PARA SABER
Privada de Pinos es la vialidad que fue cerrada.
Diciembre de 2022, fecha que comenzó este tema de cerrar la calle.
Gritos y violencia psicológica recibieron las practicantes por parte de las vecinas.
“No quieren que entres a la calle, no quieren que te estaciones en la pared o en su domicilio, pero en realidad es vía pública. El problema es que empiecen a ponerse groseros, que se pongan agresivos; es el problema porque crean conflicto con los demás vecinos como si fuéramos los groseros”.
Ramón Pérez Gallegos
Comerciante
