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Es Oaxaca tierra fértil para el cultivo de frutas exóticas

Foto(s): Cortesía
Luis Ángel Márquez

Excelsior


Lichi, rambután, maracuyá, chalote, jengibre y cardamomo son algunas de las extrañas frutas y especias que se pueden hallar en los mercados de Oaxaca. Sus formas caprichosas y sus sabores exóticos difícilmente pueden encontrarse en otros estados del país. Sin embargo, nuestra entidad las ha albergado gracias a las migraciones que han llegado a esta tierra.

A pesar de su rareza, aquí se pueden hallar frutas que resultan exóticas para quienes viven lejos de ecosistemas selváticos, serranos o tropicales, pero cuyos auténticos sabores harán las delicias de los paladares más exigentes. Conoce sus fascinantes características.

El oro rojo: el litchi

Esta fruta de sabor dulce y aromas florales tiene sus orígenes en Asia y llegó a México gracias a los migrantes chinos que la cultivaron, primero, en Sinaloa, solo para después empredner un viaje que la llevaría a Veracruz y, finalmente, a los municipios asentados en la zona del Bajo Mixe, entre la Cuenca del Papaloapan y el Istmo de Tehuantepec.

Fue hace 31  años cuando el litchi empezó a sembrarse en San Juan Cotzocón. Posteriormente, una decena de municipios de la zona se adhirió a esta práctica. Actualmente, cada año, entre los meses de abril y mayo, unos 500 campesinos cosechan varias toneladas por hectárea de esta fruta, informó Rafael Torres Rivera, presidente del Sistema Producto Litchi y Rambután.

"En nuestra  tierra, terminando el primer cuatrimestre del año, la fruta ya está lista para comercializarse y entrar a territorio estadunidense antes de la que se produce en Veracruz, Puebla, San Luis Potosí, Jalisco o Sinaloa”, expuso.

El litchi oaxaqueño llega al este de Estados Unidos, pues es ahí donde se concentran la mayor población de personas de origen asiático que espera, cada año, la llegada de unas mil toneladas de esta fruta.

Puede comerse solo o preparado en cocteles y postres. Tiene un aporte de calorías muy bajo y es una fuente de vitamina C, complejo B y potasio. La mejor temporada para consumirlo es de mayo a julio.

Rambután, la superfruta

En la misma ruta del Bajo- Mixe se cosecha rambután (del malayo rambut, que significa “cabello”), también conocido como nefelio. Esta fruta es originaria de Malasia, pero actualmente se cosecha en países como México, Costa Rica, Tailandia y Ecuador.

El rambután, al igual que el litchi, crece en un árbol en ambiente húmedo, tiene un sabor dulce y perfumado, es rico en vitamina C y la mejor manera de consumirlo es solo, aunque también pueden prepararse postres con este.

"Está considerada como 'superfruta', ya que tiene una gran cantidad de fibra con propiedades laxantes; también contribuye a reducir las tasas de colesterol en sangre y al buen control de la glucemia. Sin embargo, lo rechazan por su apariencia, es peluda y espinosa, pero es suave y agradable al tacto”, mencionó Torres Rivera.

Maracuyá: la fruta de la pasión

Desde Brasil llega el maracuyá, también conocido como “fruta de la pasión”.  Entre las propiedades nutricionales de esta fruta se encuentra su valioso aporte de vitamina A y C; además de potasio, fósforo y magnesio.

Es común combinarlo con mango, pues los sabores de ambos se complementan bastante bien.

Elvira Velasco, originaria de Tanetze de Zaragoza, en la Sierra Norte, cultiva y cosecha maracuyá en su huerto familiar, aunque también crece de manera natural en los terrenos cerca del cafetal.

Ella considera a esta fruta como un regalo que la tierra le da al campesino y campesina natural en una enredadera para agasajar con sus bondades.

"La naturaleza nos dio esto a la humanidad para alimentarnos, nos proporciona sus bondades como vitaminas en jugo”.

Las zonas serranas y costeñas de Oaxaca han desarrollado un talento natural para el cultivo y tratamiento de esta fruta, con la cual fabrican mermeladas, cocteles y hasta maridajes con platillos de la amplia gastronomía de Oaxaca.
 

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