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Cartas de Ernest Hemingway

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Foto(s): Cortesía
Redacción

Mónica Ortiz Sampablo

En la trama de nuestras vidas existen distintos personajes, algunos ambientales, otros totalmente sustanciales; están los que aparecerán en todo momento, pero también aquellos que llegan por un corto periodo para cambiarlo todo y luego se van. Hay quienes piensan que es de agradecer la aparición de Agnes von Kurowsky en la literatura de Hemingway.

En 1918, durante la Primera Guerra Mundial, Ernest se ofreció como voluntario para conducir una ambulancia; eso hacía cuando fue herido de gravedad en ambas piernas. "Entonces hubo un destello, como cuando se abre la puerta de un alto horno, y un rugido que comenzó blanco y se hizo rojo", escribió en una carta dirigida a su familia.

No perdió la pierna gracias a los cuidados de Agnes, la enfermera de quien se enamoró perdidamente. Establecieron una relación e incluso se comprometieron. 

Ernest regresó a Estados Unidos luego de la guerra; esperaba a su amada para el casamiento, pero… sólo quien ha vivido la experiencia de ser “terminado” por carta podrá comprender lo que Ernest sintió cuando recibió la misiva de Agnes en la que pone fin a su relación; cabe mencionar que ella era siete años mayor.

“Escribo esto tarde, de noche, después de haberlo pensado mucho y me temo que te va a doler, pero estoy segura de que no te hará un daño permanente” […] me pasé bastante tiempo intentando creer que estábamos enamorados de verdad. Pero las constantes discusiones me agotaban tanto que al final cedí para evitar que cometieras alguna locura.

"Después de un par de meses lejos de ti, sé que sigo encariñada contigo, pero es un sentimiento más de madre que de amante. […]

"Así que, Niño (aún eres el Niño para mí, y siempre será así), ¿podrás perdonarme algún día por haberte engañado sin querer? Ya sabes que en realidad no soy mala, y no es mi intención hacerte daño, y ahora me doy cuenta de que fue mi culpa que desde el principio cuidaras de mí, y lo siento con toda mi alma. Pero soy demasiado mayor; lo soy ahora y lo seguiré siendo siempre. Esa es toda la verdad, y no puedo eludir el hecho de que eres tan solo un chico... un niño”. 

Le confesaba también que se había comprometido con alguien más.

Agnes pasó a perpetuarse en la piel de Catherine Barkley, protagonista en "Adiós a las armas".

Continuará el próximo miércoles…

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